El tribunal alemán no es un tribunal de casación

Los círculos independentistas catalanes afectos a Carles Puigdemont han celebrado el auto de la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein como si el Barça hubiera ganado la Champions Ligue ante su eterno enemigo el Real Madrid y por goleada, pero este es solo un incidente dentro de un largo proceso por unos delitos gravísimos que solo acaba de empezar.  

Ahora la propaganda secesionista va a aprovechar para organizar las peregrinaciones de adeptos hacia Alemania para montar los aquelarres correspondientes transmitidos en directo a todo el mundo por TV3 o  la Sexta. Pero esto no va a servir salvo para tener que explicar el fracaso de proces y alargar la agonía de Cataluña que con todos estos vaivenes y el empecinamiento de los seguidores de Puigdemont que sigue sin presentar un candidato libre de sospechas, por lo que si el Parlament no da un giro de 180 grados se va de cabeza a unas nuevas elecciones.

Esta decisión tiene recursos y margen suficiente para que tanto la fiscalía alemana o el Tribunal Supremo pueda revertir la decisión final. Esta decisión tiene recursos y margen suficiente para que la fiscalía alemana o el Tribunal Supremo puedan maniobrar para modificar la decisión. 

En todo caso Puigdemont este o no en la cárcel seguirá prisionero en Alemania sin poder moverse de Alemania ni siquiera comunicarse con sus fieles en Bruselas o Escocia porque ellos están retenidos también hasta que no se resuelva sus casos que en todos los casos deberá ser juzgado en España con las leyes españolas. Es algo que ya hemos visto y que ahora obligará a buscarle residencia montarle una nueva sede (¿de donde sale el dinero?) en Kiel aparte de la de Bruselas.  

Lo que ha ocurrido en Alemania con la extradición de Puigdemont tiene remedio, ya que su decisión alemana de descartar el delito de rebelión no va contra las decisiones de la justicia española, sino contra los propios pilares de la Unión Europea que el propio gobierno alemán puede consentir. Es que la orden automática no esta pensada para un caso como este sino para traficantes, estafadores, asesinos y delincuencia habitual.  Imaginar que el dirigente de Baviera decide dar un golpe y separarse de Alemania y su cabecilla huye a Ibiza ¿La decisión sobre su extradición, debería tomarla la Audiencia de Baleares? 

El juez Larena  tiene varias opciones y todas bastante complicadas y ahora tiene que elegir. Si rectificar la orden y rebajar los cargos a sedición con el consiguiente comparación con los ahora presos. El magistrado del Supremo, de hecho, imputa este mismo delito a Oriol Junqueras, Carme Forcadell, Jordi Turull, Joaquim Forn, Josep Rull, Raül Romeva y Dolors Bassa, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart. También se les imputa Toni Comín, Clara Ponsatí y Marta Rovira. 

La otra seria aceptar la devolución de prófugo por el cargo de malversación, algo peor aún y la tercera anular las ordenes internacionales pero dejar vigentes sus delitos dentro de España que impediría su regreso dejando abierto un boquete en la utilidad de la Euro orden y en las relaciones de confianza que debe existir entre estados  miembros de la CE.

Pues bien el Sr Llarena este mediodia no se ha decidido por ninguna de ellas y ha decidido apelar al Tribunal de Justicia Europeo para que le diga si el tribunal alemán se ha excedido en sus deducciones sobre la violencia en el delito de rebelión. Esto va a conducir a una paralización de las actuaciones que podrían prolongar en meses la estancia de Puigdemont en Alemania, sin haberse resuelto la orden de extradición.