Así es la nueva vida de Puigdemont en Berlín


Imagen de la galería de este alojamiento

El ex presidente catalán Carles Puigdemont exprime en Berlín cada minuto del tiempo que la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein le da en libertad condicional. «No tengo agenda. Lo que ahora necesito es devolver un poco de normalidad a mi vida», dijo el político soberanista en su primera y hasta ahora única rueda de prensa que ha celebrado desde su salida, el pasado 6 de abril, de la prisión de Neumünster.

Puidgemont, acompañado en todo momento de su alter ego, el empresario catalán Josep Maria Matamala, ha buscado un lugar cómodo para una estancia sine die en Berlín, la ciudad que dijo haber visitado hace 30 años. Se aloja en el distrito de Charlottenburg, en lo que fuera Berlín occidental, uno de los barrios más burgueses de la capital. Concretamente en la Lietzenburgerstrasse número 89a.

Esa es la dirección del aparthotel Adagio, un establecimiento de tres estrellas que cuesta entre 78 y 100 euros la noche. El establecimiento está situado en un lugar discreto, pero con acceso a todos los servicios básicos, incluidos dos supermercados de cadenas muy conocidas, donde Matamala se aprovisiona de viandas. En ese aparthotel ha recibido varias visitas y desde allí mueve los hilos de la marioneta en la que ha convertido Cataluña.

Este fin de semana recibieron la visita de sus respectivas esposas. En el caso de Puidgdemont, también de sus hijas. Las dos familias, acompañadas por tres hombres con aspecto de velar por su seguridad, se despidieron en torno a las 15.00 horas, tras disfrutar de un día de primavera, que incluyó un paseo y un almuerzo en un restaurante cercano al Adagio.Puigdemont alterna esa dirección con la casa de un buen amigo instalado en la ciudad, en el que es agasajado con cenas y visitas como la de Artur Mas. 

Las mujeres y las niñas fueron conducidas en taxi al aeropuerto, mientras Puidgdemont y Matamala, nuevamente solos, a las duras y a las maduras, se dirigían a la casa de la Democracia y los Derechos Humanos para un encuentro con miembros de la comunidad catalana de Berlín. El acceso a esta charla, por «razones de seguridad», sólo se permitió a las personas que habían sido previamente incluidas en una lista.

Puigdemont, acompañado por su mujer, se dirige al hotel de Berlín en el que se aloja. | 

Tenia anunciado un encuentro  en el portón de la calle, pero calificado de privado. Asistieron aproximadamente unas 100 personas, entre ellas Joan Maria Piqué, jefe de prensa de Puigdemont. El ex president habló en catalán. La otrora representante en Berlín de la «República», María Kapretz, hizo de anfitriona y traductora.

Esta semana dará otra conferencia y grabará para Discovery Channel

A la entrada de la sala había una mesa donde se procedió al registro, folletos proindependistas y una hucha de lata con un cartel que invitaba a solidarizarse con dinero con los presos políticos. Al fondo del pasillo, un copioso y variado refrigerio para los invitados.

Y entre ellos, ciudadanos alemanes dispuestos a proteger de la prensa a un ex president que «aún no siendo mío, es el representante de un movimiento de base contra la pseudo-democracia, contra la represión y la monarquía», declaró a este diario uno de ellos.

No fue el único seducido por el procés que intentó impedir la cobertura gráfica de esa «trobada catalana». Hasta la salida en coche de Puigdemont de este evento se convirtió en un pulso, que incluyó el despliegue de una pancarta pidiendo la libertad a modo de escudo. Parapetado por los suyos, Puigdemont abandonó sonriente ese encuentro, en coche con el que presumiblemente cruzó la frontera germana procedente de Finlandia, pues se trató de un Renault de matricula belga.

Carles Puidgdemont y su comitiva se dirigieron a unos estudios de televisión situados en la puerta de Brandenburgo, donde grabó la entrevista con el director de TV3, Vicent Sanchis, que emitió anoche esa cadena.


El político soberanista proseguirá estos días con su agenda de forma discreta, para no enojar a las autoridades alemanas y, en la medida de lo posible, de incógnito, para tener más libertad de movimiento. Mañana dará una conferencia en la Hertie School of Governance. Después tiene una cita con Discovery Channel. Grabará una jornada de exteriores, que recogerá el día a día del político catalán en Berlín de la mano del escritor catalán Quim Monzó.


Huchas de la ANC para mantener a Puigdemont

Los 75.000 euros de fianza que tuvo que pagar Carles Puigdemont para salir de la prisión de Nuemünster fueron aportados por la «caja de solidaridad» de la ANC, organización que ha organizado actos en Alemania donde se ve a voluntarios agitando huchas ante los presentes con las que piden dinero para «apoyar a los presos políticos».


Las dos personas que no se separan de él ni un momento y que organizan los detalles más domésticos son el empresario Josep María Matamala y la delegada de Cataluña en Alemania hasta la aplicación del 155, Maria Kapretz. Son ellos quienes se ocupan de la logística y los suministros, incluso las comunicaciones. Puigdemont se limita a hacer política.

Además de la entrevista concedida a TV3 y su actividad en las redes sociales, Puigdemont ha fijado en Berlín una agenda de contactos que le permite difundir su visión del conflicto de Cataluña a los más diversos niveles.

Desde empresarios alemanes hasta políticos de diversos partidos, se reparte entre entrevistas personales y encuentros privados en pequeños círculos, nunca abiertos a la prensa y en tono de confidencialidad. «Ha sido una comida sencilla, una excusa para sentarnos y escuchar lo que tiene que decir», se limita a explicar un asistente a la reunión del domingo. «Lo siento muchísimo, pero la prensa no tiene acceso», se excusaban los porteros. Pero eso no es del todo cierto. Periodistas catalanes e internacionales sí son admitidos e incluso Puigdemont ha accedido a grabar un día entero de su cotidianeidad berlinesa con un canal de televisión británico.

«Algunos de los encuentros que mantiene son confidenciales, no tiene por qué informar a la prensa de todo lo que hace», justifican fuentes próximas a ANC en Alemania, decididas a alejar a los medios del ex presidente de Cataluña. Mientras este fin de semana se han convocado marchas de apoyo a Puigdemont en otras ciudades como Frankfurt, en Berlín se ha preferido no agitar las aguas en torno al expresidente. Su agenda exige, por lo visto, calma alrededor.

Comentarios

  1. Pepe Bayas B

    Le gusta la buena vida, y si se la pagan, mejor.

    ResponderEliminar
  2. Paco Navarro Esteban

    El Puchi y Cía. Ltda. son unos embaucadores de masas. Coincidiendo su paso por el país teuton, les digo que son huestes hitlerianas y el estado de derecho les debe cortar el camino y dormitar en un lugar para su seguridad.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La foto de la candidata de Podemos desnuda

Peligra la candidatura para la Agencia Europea de Medicamentos para Barcelona