El "desarme” de ETA
Ayer como ya se estaba anunciando, en un hotel de Bilbao se produjo la escenificación de la
firma de una paz de una guerra que nunca existió, aparentando una entrega de
las armas de ETA que debería servir como condición para que el Gobierno deje en
libertad los presos que quedan y deje de perseguir a los que aún andan por ahí.
El acto protagonizado ayer por la denominada Comisión Internacional de
Verificación para tutelar el desarme de ETA sería simplemente irrisorio de no
resultar patético, además de un insulto a las víctimas y al sentido común. Eso
si, la BBC ha difundido un vídeo en el que se ve a dos miembros de ETA
entregando a los miembros de la Comisión Internacional de Verificación (CIV)
una parte mínima de sus arsenales.
Después de dos años de contactos y negociaciones con los
terroristas, una peculiar Comisión Internacional de Verificación, cuyos miembros
se han prestado a la fantochada a cambio de unos honorarios que, a falta de
determinar su origen, probablemente hayamos pagado también todos los españoles,
apuntaló su mensaje con un vídeo grabado por los terroristas que probaría el
desmantelamiento de -y ésta es la medida del esperpento- tres pistolas, un
rifle, unas 300 balas, unos detonadores y apenas 15 kilos de explosivos de los
más de 1.300 que guarda la banda.
El portavoz del citado grupo (que cada uno cobra a razón de 600 euros por dia y que lleva ya acumulada una factura de mos 300.000)
que ayer tenía mucha prisa por terminar la rueda de prensa sin ninguna
pregunta, Ram Manikkalingam, anunció ante un centenar de periodistas de
diferentes países su «confianza» en que el «sellado» por parte de la banda
terrorista de una «cantidad determinada» de armas y explosivos es «un paso
creíble y significativo» hacia la paz. Pero si hay que valorar la capacidad de
gestión de esta Comisión por el número de armas supuestamente inutilizadas sólo
cabe concluir que estos expertos pacificadores han hecho el ridículo al
prestarse a una farsa con la que ETA intenta colgarse la medalla de su propia extinción.
Resulta vergonzoso que haya fuerzas políticas como el PNV
dispuestas a magnificar esta burla siniestra de la banda por la entrega de un
material ridículo en comparación con las requisas de cualquiera de las muchas
operaciones antiterroristas llevadas a cabo por la Policía y la Guardia Civil.
El que una pantomima de tan bajo nivel sirva a los nacionalistas para proclamar
el éxito de un pretendido proceso de desarme "sin marcha atrás",
demuestra nuevamente la coincidencia de objetivos políticos que batasunos y
peneuvistas siempre han compartido.
La tomadura de pelo perpetrada ayer por terroristas y
verificadores, con el aplauso de los nacionalistas, es la confirmación de que
el proceso de paz pergeñado por Zapatero sigue cubriendo etapas. El
expresidente Zapatero dio inicio a esta negociación política antes incluso de
llegar al poder y, una vez en La Moncloa, lo llevó hasta sus últimas
consecuencias con la colaboración directísima del actual secretario general de
los socialistas españoles, Alfredo Pérez Rubalcaba. Lo que vimos ayer no es más
que una fase más de este plan de rendición del Estado de Derecho ante una banda
terrorista.
Maria Reverte Pozo
ResponderEliminarNos siguen tomando por tontos!
Helcónida Izquierdo Antón
ResponderEliminarLos terroristas asesinos dando por saco ,continuamente que cabezas más mal amuebladas que tienen y que desborde de principios........
Maria Dolores Marquez Correa
ResponderEliminardesde siempre lo han hecho y seguirán tomándonos...
Alberto Olivera Muxí
ResponderEliminarHola amigos he tenido la cuenta bloqueada y estoy muy cabreado por no poder criticar las barbaridades de Politicos,Gobiernos Intituciones,Jueces Sindicatos y ahora el mercadillo de 4 pistolas y 4 balas de mercadillo de pueblo y los verificadores que no se sabe de donde pero que han cobrado DE VERGUENZA
Rafael Cid Romero
ResponderEliminarhostias, estas gente se han cagado
Marian Nuñez e Hinojosa
ResponderEliminarUna chirigota.
Jose Franco Marquez
ResponderEliminarEsto es un paripé la banda se debe de desarmar a la guardia civil y a España no a unos extranjeros.