El comando antifumeta
El comando antifumeta
La puesta en vigor de la nueva ley anti tabaco ha desvelado el arma oculta con que Leire Pajín quiere hacer que se cumpla a rajatabla. La Asociación de Consumidores FACUA ya se ha puesto manos a la obra y ha manifestado que solo en el primer día ha conseguido 700 denuncias contra locales de hostelería donde seguía permitiéndose fumar.,
Puedo imaginar el funcionamiento de tal organización. Sus miembros distribuidos en comandos por la ciudad con nariz afilada entrarán husmeando en los locales en busca del vicioso que se ha sentado en un rincón del local para que no le vea el camarero y mientras se toma el café está dando unas caladas al pitillo intentando no tener que salir a la calle con el frio que hace.
Aparece el inquisidor libreta en mano y rápidamente se dirige al foco de contaminación. El agente toma los datos del infractor y lo más importante, del local donde se ha producido el hecho. Ha conseguido su objetivo, ya tiene la denuncia que se va a transformar en una multa de más de 600 Euros para el local y para su agobiado propietario que hace unos pocos meses se había gastado la pasta en separar a los fumadores mediante mamparas y aún está pagando la reforma.
La ministra Pajín ha instaurado la figura del chivato dentro de la sociedad española. Seguimos el camino de Alemania, no la actual sino la Oriental de la Stassi, controlando a lo que haga cada quisque en su casa. No sabemos si estos voluntarios se van a financiar vía subvención o comisión, pero tanto interés deberá ser remunerado convenientemente basándose en las altas multas que promete el Ministerio de Sanidad por estas infracciones (hasta 500.000 Euros para los más recalcitrantes) que van a dar capacidad para ello. Misión conseguida. Este Gobierno durante unos cuantos días seguirá sin ocuparse del paro, el déficit y el despilfarro. Y acumulando días de permanencia en el poder para sus pensiones futuras.
Josep Maria Francàs Porti La 'stasi' Xavier. Los Inquisidores quieren pasar a la história por prohibir algo y los más acomplejados añaden el hacerlo cumplir.
ResponderEliminarpaserifo El siguiente paso no es restringir el hábito del fumeque en las casas, sino habilitar legalmente a comisarios políticos para que entren en tu casa cuando quieran y te digan qué debes hacer y tomen nota de tus reacciones y opiniones, para remitirla después al pertinente órgano sancionador creado al efecto. Lo del tabaco no sería más que una simple consecuencia lógica de lo que digo.
ResponderEliminar¡viva el estao socialista! ¡viva la libertad socialista!
sonasesi El odio es menos volátil que el humo. Un odio acendrado cuanto más se intoxica la libertad. Un odio cerril por la libertad coartada y la destrucción de un país antes saneado.
ResponderEliminarOdio visceral contra estos miserables que se jactan de sus criminalidades; odio de llegar a manos armadas para defenderse de los demonios que sospechosos de estar detrás del 11-M. Un odio intenso que podría poner en la picota a tantos de estos majaderos el día que reviente una indignación capaz de descoyuntarlos y colgarlos de un árbol de Justicia.
Odio que no imaginan cuánto es capz de hacer si esto se desborda, porque no hallarán lugar maldito donde esconderse.
Que sigan con el plan de disolución para tapar las criminalidades que ejercen desde el 11-M, matanza incluida. Ni el ejército podrá contener la rabia cuando busquen sus cuellos.
Qué inmunda ralea de criminales... que sigan porque esto les saldrá tan caro como la vida de millones de personas honradas que han destrozado.
Eva Miquel Subias
ResponderEliminarHace pocos días le estuve preguntando al propietario de un establecimiento en Vilanova i la Geltrú. El chico estaba encantado con la nueva ley pero, sin embargo, al solicitar al ayuntamiento calefactores para la terraza se encontró con una negativa. Están limitados. Y se encontró, asimismo, con la advertencia del presidente de la comunidad de vecinos del edificio de enfrente. Tengamos la fiesta en paz, le vino a decir.
Por cierto, me cuenta mi hermana –que sigue fumando a pesar de mis consejos, as usual– que el lunes 3 de enero procedió a encender un pitillo de manera inconsciente en el bar que hay justo al lado de la oficina en la que trabaja. El propietario, uno de tantos trabajadores de origen chino que han iniciado la compra de muchos de las tradicionales cafeterías del Ensanche barcelonés, ni se inmutó. Sara le pidió disculpas porque no se había acordado que horas antes había entrado en vigor la ley antitabaco. Me la sopla, le contestó con la mirada el oriental.
José Luis Rodríguez Zapatero ha dicho que le parece lógico que se pueda denunciar a quien incumpla la norma y ha apuntado, asimismo, que nada tiene que ver la protección del derecho a la salud con la libertad de los otros. Pero sí tiene que ver. Y mucho.
Por cierto, no sé si se habrán fijado en las imágenes de la entrevista que le hizo Carlos Herrera al presidente de Gobierno. Los hoyuelos han vuelto a aparecer más marcados que nunca. Él sigue con lo suyo. Que a pesar de que España esté asfixiada de deudas, de quiebras y desempleados, somos más solidarios que nadie. Somos la pera, vamos. Pobres pero generosos. Y yo, con lo mío. Zapatero se mola mogollón y se queda por un tiempecito. Vaya si se queda. Pero todavía no hay ley que ampare a nadie para denunciar a otro por incompetencia. Y eso sí que perjudica gravemente la salud de los españoles.
Breve pero contundente y descriptivo. Gracias
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